Segundo teniente R.E. Lee, 1839 Pintura de W. West |
Al 'secesionarse' Virginia, Lee aceptó el ofrecimiento de su Estado y luchó contra el Norte con el resultado conocido, llegando a ostentar el mando de todos los ejércitos del Sur.
Con la rendición del Sur, Lee se retiró a la vida privada sin ser molestado hasta su muerte, pero se le privó, como traidor a su patria, de la nacionalidad americana (la 'recuperó' un siglo después de muerto, por un Decreto de Jimmy Carter, lo único por lo que este último merecería ser recordado).
Fotografía de Matthew Brady, 1865 |
Tras la rendición del Sur, se retira a sus posesiones en Virginia y preside el Washington College (hoy en día Universidad Washington y Lee) y establece la siguiente máxima, que perdura hoy allí: "Sólo hay una regla, y es que todo estudiante es un caballero".
Otra frase que dicen aparece en su busto en el salón de la fama en Washington: "El deber es la palabra mas sublime en nuestra lengua. Haz tu deber en todas las cosas. No puedes hacer mas. No puedes desear hacer menos”.
Aquí un fragmento de la película Gettysburg (1993) que no exagera la realidad. (Por cierto, y sí, antes de eso, y cuando era joven, mató al coronel Kurtz).
¿Fue Lee un traidor por haber levantado su espada contra la nación a la que, como militar, había jurado lealtad? ¿Era un paleto 'nacionalista' por anteponer su Estado, su Virginia, a los EEUU?
Lo mismo cabria plantearse respecto de todos los "rebeldes", pero es que Robert Lee tenía un especialmente acendrado sentido del deber. No era un fanático religioso, como "Stonewall" Jackson, ni tenía ambiciones políticas o personales, ni le gustaba la guerra, ni buscaba la gloria o los honores militares.
Esto es de una carta a su hermana, justo antes de empezar la Guerra:
“A pesar de mi devoción hacia la Unión y mis sentimientos de lealtad y de deber en mi carácter de ciudadano americano, no pude decidirme a levantar el brazo contra mis padres, mis hijos, mi tierra. También dimití del ejército y espero no tener jamás que echar mano de mi espada sino para defender mi país natal, formulando el voto sincero de que no necesite mis humildes servicios. Sé que vas a criticarme. Pero no me juzgues mal: puedes creer que he tratado de hacer lo que consideraba mi deber”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario