29/10/14

Consejos sobre mujeres

Los indestructibles (The Undefeated, 1969) es una película de Andrew V. McLaglen (hijo de Victor y pretendido discípulo de John Ford); como todas las suyas, no da el nivel, pero tiene momentos divertidos y buenos actores.

Aparte lo absurdo del argumento y de las anécdotas que se cuentan sobre la peculiar convivencia durante el rodaje de John Wayne y Rock Hudson (con maneras bastante diferentes de ver algunos aspectos de la vida), lo más destacable en mi opinión son los 10 primeros minutos de la película, que contienen una carga de caballería nordista ante una desmoralizada (pero valiente hasta el final) unidad confederada.

No encuentro esa escena ni ninguna otra que pueda enlazar en youtube, así que dejo esta imagen que ilustra parte de los consejos del coronel John Henry Thomas (Wayne) a su ahijado Blue Boy (Roman Gabriel) cuando éste le confiesa haberse enamorado de una bella confederada.

26/10/14

Franz Sigel

Franz Sigel (1824-1902) fue uno de los generales más ineptos de la Guerra (en este caso en el ejército del Norte), lo que tiene su mérito en una guerra plagada de generales inútiles.

Sigel no tenía ni tan siquiera la excusa de la inexperiencia. Nacido en Baden, Alemania, se graduó en la Academia Militar de Karlsruhe (nombre de infausto recuerdo para los buenos valencianistas), y participó mandando tropas en la revolución de 1848.


Exilado a EEUU, con la Guerra mandó Regimientos y Cuerpos cosechando derrota tras derrota hasta que fue finalmente destituido; sin embargo, a Lincoln le interesaba mantenerlo al mando por su liderazgo en el reclutamiento y motivación de regimientos de emigrantes alemanes, la mayoría de los cuales no sabían decir otra frase en inglés que "I'm going to fight 'mit' Sigel".

Ese lema se convirtió en canción a partir de una melodía popular, "The Girl I Left Behind Me", conocida a partir del s. XVIII, y cuyas letras variaron según la cantaran británicos, revolucionarios irlandeses, confederados, nordistas o, como he dicho, alemanes de Sigel. John Ford utilizaba regularmente esta melodía en sus películas, concretamente en las dedicadas a la caballería de los EEUU (Fort Apache, La Legión Invencible y Río Grande).

23/10/14

Massachusetts

El Estado de Massachusetts se caracterizó por ser el más antiesclavista antes de la Guerra.

Prominentes familias de la "aristocracia" de Boston se caracterizaron en este movimiento, entre ellas las del joven coronel Shaw, del famoso 54º de Massachussets. Este Estado envió unos 160 mil hombres a servir en el ejército y la marina. En su territorio no tuvieron lugar batallas, y originario de allí fue Joseph Hooker.

La canción es obvia:

20/10/14

Kathleen

En septiembre de 1864, el general Phil Sheridan, al mando de la caballería de la Unión en el este, arrasó en plan "guerra total" (sin distingos entre objetivos militares y civiles) el Valle del Shenandoah en Virginia.

Según cuenta Ford en "Río Grande", 1950, uno de los hombres que acompañó a Sheridan en su misión destructiva e incendiaria fue el coronel Kirby Yorke a quien encontramos, finalizada la guerra, al mando de un destacamento que lucha contra los apaches en la frontera con México.

En esto que aparece por allí la Sra. Yorke, dama sureña, alejada desde hace años de su marido, enfadada y resentida con él, puesto que era propietaria de una de las plantaciones quemadas por el coronel (no era para menos, o sí, vete a saber, que algunas son muy suyas).

El caso es que el marido, en plan "yosolocumplíaórdenes", prepara una cena para Kathleen a la luz de las velas y contrata un grupo de parche para que dé un coñazo a los efectos oportunos. Y aquí está el fragmento de ese momento.

16/10/14

Los Stacy de Nueva York

George Stacy fue un capitán de la policía de Nueva York; su hija Gwen estuvo de novia (hasta que murió al caer de un puente) del fotógrafo Peter Parker.


Pero hubo otro George Stacy, también fotógrafo, en la Guerra de Secesión, autor (entre otras muchas) de esta imagen en la que aparecen unos cuantos hombres del 5º de NY (Zuavos) acampados en Camp Hamilton, cerca de Fort Monroe, en 1861.


El tipo no está realmente herido y la escena está preparada para la foto; el de la izquierda con el cuchillo es el cirujano Rufus Gilbert (1832-1885) y el de la derecha con el serrucho es su ayudante B. Ellis Martin.

Rufus Gilbert realizó las primeras operaciones quirúrgicas de este tipo en campaña de la Guerra cuando amputó los brazos derechos de dos zuavos heridos tras la batalla de Big Bethel (junio de 1861). Llegó a ser el Director Médico y el Superintendente de los Hospitales del Ejército de los EEUU. Además, tuvo tiempo tras la Guerra de patentar una especie de sistema de ruedas de ferrocarril que dieron lugar a la vía elevada de la 6ª Avenida de NY, también conocida como "Gilbert Elevated Railroad".

13/10/14

Foto familiar


Washington DC, 1861, tienda del 31º de Voluntarios de Pennsylvania.

El regimiento perdió 151 hombres —oficiales y reclutas— entre caídos en combate y por enfermedad.

La foto es, una vez más, de Mathew B. Brady (1823-1896).

10/10/14

Tan pocas batallas... y tantas fiebres

Dicen los que los han contado que la Guerra de Secesión produjo la muerte de 620 mil soldados (aparte civiles), casi todos los actuales habitantes de Zaragoza, por ejemplo. Pero de aquéllos, dos terceras partes murieron por enfermedades, no en combate. Y esa circunstancia no es privativa de la Guerra de Secesión, sino común, en mayor o menor medida (pero no mucho menor), a todas las guerras.

Esto me ha recordado un diálogo de la película Beau Geste (William Wellman, 1939) entre el malvado sargento Markoff (Brian Donlevy) y el moribundo teniente Dufour (James Burke), en el fuerte Zinderneuf de la Legión Extranjera francesa, en medio de la nada del desierto:

—¿Cómo se siente esta noche, teniente?
—Me estoy muriendo.
—Espero que no, señor.
—Voy a morir. Voy a ser enterrado bajo la arena y olvidado. Cuando era niño pensaba que los soldados siempre morían en las batallas. No sabía que había tantos soldados... y tan pocas batallas... y tantas fiebres.

(Y como no encuentro una imagen de esta escena, pongo esta otra de los hermanos John, Beau y Digby Geste)


8/10/14

El puente de Langstone, en Burgos

En la película de Sergio Leone “El bueno, el feo y el malo”, de 1966, con música de Morricone, hay una escena en la que el Rubio (Clint Eastwood) y Tuco (Eli Wallach) se topan con un destacamento de tropas nordistas al mando del capitán Clinton (Aldo Giuffre).

Las órdenes que tiene el capitán son las de impedir cruzar el río al enemigo confederado del otro lado… pero con la prohibición taxativa de destruir el puente, el puente de Langstone. El capitán está desesperado porque esa estúpida prohibición le cuesta cada día más y más bajas de sus hombres. Al final de la escena, cuando ya casi nada le importa, el “Rubio” y Tuco le hacen un favor, como quien no quiere la cosa.

Todo esto para decir que la escena se rodó en la provincia de Burgos, sobre el río Arlanza, entre Hortigüela y San Pedro de Arlanza, por la Sierra de la Demanda.



6/10/14

Alabama

Alabama, Estado confederado (la banderica de Ronnie Van Zant y sus amigos, ya se sabe), de donde era James Longstreet, el general más lúcido e incomprendido (cualidades que suelen ir unidas) de la guerra.

Hay varias canciones obvias, pero pongo esta:

1/10/14

Un sombrerero loco

En el siglo XIX se empleaba mercurio en la fabricación de los sombreros; la continua exposición a este elemento hacía que los sombrereros sufrieran a menudo enfermedades mentales, hasta el punto que en aquella época, en EEUU, era común el dicho "loco como un sombrerero".


Thomas P. "Boston" Corbett había nacido en Londres en 1832 y emigró a Nueva York, donde trabajó fabricando sombreros. Se casó, pero su mujer murió al dar a luz. Thomas se trasladó entonces a Boston, donde continuó ejerciendo su oficio.

Una noche se topó con un predicador metodista, quien le convenció para unirse a su iglesia. Thomas cambió su nombre por el de 'Boston' (en honor a la ciudad en la que había tenido lugar su 'conversión') y se dejó el pelo largo, en un intento de imitar a Jesús.

En 1858, su recién adquirido fanatismo religioso (al que habría que añadir algún toque de mercurio) le llevó a castrarse con unas tijeras con el fin de evitar la tentación de frecuentar prostitutas. Aún se fue a comer por ahí y a una reunión de su iglesia antes de buscar tratamiento médico.


Con la Guerra, se alistó en el ejército del Norte, luchó, y fue hecho prisionero y recluido en la infame prisión de Andersonville hasta que se le intercambió; al acabar la contienda fue uno de los testigos de cargo contra el alcaide de la prisión, Henry Wirz, de quien hablé aquí.

El caso es que, como ya he contado, recién acabada la guerra Lincoln fue asesinado por John Wilkes Booth, quien huyó tras el magnicidio, y acabó refugiándose en una granja de Virginia. Boston Corbett formaba parte del pelotón de soldados que rodeó la granja y, a pesar de las órdenes terminantes de capturar vivo al asesino de Lincoln, Corbett le pegó un tiro a Booth en la nuca, partiéndole la médula espinal, de lo cual murió en un par de horas.

A pesar de que se presentaron cargos contra él por haber desobedecido una orden directa, y aunque su única disculpa fue que "la Providencia me había guiado", el sombrerero Corbett fue absuelto y convertido en héroe nacional, además de recibir su parte de la recompensa, 1.653,84 dólares.

Licenciado del Ejército, volvió a los sombreros y al mercurio, con lo que compararlo en aquella época como más loco que una cabra no sería exagerado; le dieron el cargo de conserje en un edificio oficial (en atención a sus "méritos"), pero lo despidieron al liarse a tiros con un caballero que, pasando por ahí, no había guardado la debida compostura piadosa, en la opinión de Corbett.

Al fin, su locura lo incapacitó totalmente y se cree que murió en 1894 en una cabaña de Minnesota.