No todos, ni mucho menos, los que se alistaban para luchar en la Guerra de Secesión eran voluntarios henchidos de patriotismo.
Dejando aparte el problema endémico de las deserciones durante la contienda, había mucha gente —sobre todo en el Norte, que no se sentía "invadido" por el enemigo— opuesta a que los reclutaran forzosamente, por razones que podían reducirse a "bastantes problemas tengo con buscarme cada día la vida como para jugármela en un lugar más al sur, que ni sé dónde está, por la libertad de los negratas".
Del 13 al 16 de julio de 1863, tras imponerse en el Norte por Lincoln el reclutamiento militar forzoso, se produjeron en la ciudad de Nueva York una serie de motines populares (mayoritariamente se trataba de irlandeses ahogados por la pobreza) cuya represión por el ejército causó cientos de muertos, muchos de ellos de raza negra asesinados por los propios amotinados.
De Scorsese sólo me gusta "El último vals", porque se limita a rodar (y muy bien) a la gente estupenda que actúa, y estoy pendiente de ver "Living in the material world" en cuanto consiga el adecuado altar harekrisniano desde el que contemplar con el respeto y cariño debidos a George Harrison. Pero en "Gangs of New York" rueda buenas peleas (de esas de macarras con navajas), la última de las cuales se ve interrumpida por la represión del motín referido (ahorro las escenas truculentas y dejo la canción de "lluchú").
Dejando aparte el problema endémico de las deserciones durante la contienda, había mucha gente —sobre todo en el Norte, que no se sentía "invadido" por el enemigo— opuesta a que los reclutaran forzosamente, por razones que podían reducirse a "bastantes problemas tengo con buscarme cada día la vida como para jugármela en un lugar más al sur, que ni sé dónde está, por la libertad de los negratas".
Del 13 al 16 de julio de 1863, tras imponerse en el Norte por Lincoln el reclutamiento militar forzoso, se produjeron en la ciudad de Nueva York una serie de motines populares (mayoritariamente se trataba de irlandeses ahogados por la pobreza) cuya represión por el ejército causó cientos de muertos, muchos de ellos de raza negra asesinados por los propios amotinados.
De Scorsese sólo me gusta "El último vals", porque se limita a rodar (y muy bien) a la gente estupenda que actúa, y estoy pendiente de ver "Living in the material world" en cuanto consiga el adecuado altar harekrisniano desde el que contemplar con el respeto y cariño debidos a George Harrison. Pero en "Gangs of New York" rueda buenas peleas (de esas de macarras con navajas), la última de las cuales se ve interrumpida por la represión del motín referido (ahorro las escenas truculentas y dejo la canción de "lluchú").
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