Había empezado la campaña de Gettysburg (julio de 1863) sabiendo que su joven esposa Elizabeth, con la que se había casado el día en que se alistó en el ejército, esperaba su primer hijo.
Su brigada defendió y mantuvo heroicamente el flanco izquierdo de la Unión el segundo día de Gettysburg (2 de julio). Su espada había quedado ¿olvidada? en su vaina, en su caballo, por lo que dirigió a sus tropas (su frase famosa: “no cedan ni un milímetro”) únicamente armado con la fusta de su esposa, que ésta le había regalado. Una bala le hirió en el muslo y en la ingle; su agonía duró cinco días, al cabo de los cuales murió.
Ilustración de Don Troiani |
Su esposa dio a luz dos meses después a una niña que murió antes cumplir un año; fue enterrada junto a su padre.
Chamberlain recibiendo instrucciones de Vincent (Keith Rocco) |
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