28/7/14

El nieto de Joe Wheeler

En el general de caballería confederada Joseph Wheeler (1836–1906) concurrió la curiosa circunstancia de, tras acabar la guerra derrotado, ser nombrado general del ejército de los EEUU y actuar como tal en Cuba y Filipinas, en el marco de la guerra contra España.


Wheeler fue un más que notable comandante de caballería durante la Guerra de Secesión, si bien fueron famosos sus desencuentros con el también general Nathan B. Forrest, que le odiaba de forma bastante sentida. Forrest llegó a decirle: "me encontrarán en mi ataúd antes de volver a luchar a tu lado".

En 1898 encontramos a Wheeler al mando de la caballería en la Guerra de Cuba; en la batalla de las Guasimas les dimos pal pelo; con la emoción de la batalla al viejo Wheeler se le fue a la olla regresiva y, señalándonos a los españoles, gritó a sus hombres: "¡Vamos, muchachos! ¡Hagamos correr de nuevo a esos malditos yanquis!".

Tras su paso por Filipinas, en 1902 Wheeler acudió con su uniforme de gala de general de los EEUU a la ceremonia de celebración del centenario de la Academia de West Point; al encontrarse allí con sus antiguos compañeros de academia y también generales de la Confederación, Edward P. Alexander y James "Pete" Longstreet, éste último le dijo: "Joe: espero que Dios Todopoderoso me lleve antes que a tí, porque quiero estar en las puertas del infierno para escuchar a Jubal Early maldecirte con tu uniforme azul". (El viejo Early, muerto en 1894, era el general confederado, y no sólo confederado, con más agria, gruñona y mala leche que vio la Guerra).

En "Matar a un Ruiseñor" de Harper Lee aparece el personaje de Dill Harris, el niño amigo de Jem y Scout Finch. El bueno de Dill, según Scout, la narradora, "sabia contar las mentiras más gordas que oí. Entre otras cosas, había subido a un avión correo diecisiete veces, había estado en Nueva Escocia, había visto un elefante, y su abuelito era el brigadier general Joe Wheeler y, además, le dejó la espada".

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