El bueno de Keogh

Hay quien, como entretenimiento, colecciona sellos, chupa bombillas (o candados) y quien es runner o algo así; a mí me dio por mantener una base de datos de casi 800 personajes relacionados con la Guerra de Secesión americana; hay de todo, como se puede suponer: importantes, secundarios, siniestros, admirables, vanidosos, cagalástimas, cerriles, desconcertantes...

Keogh, de pie, a la izq. Sentado, el gen. J. Buford

Myles Keogh (1840-1876) fue un irlandés que (resumiendo mucho y sin entrar en peripecias) huyendo de la hambruna y la pobreza de su país se alistó en el ejército del Papa, sirvió en la guardia del Vaticano, peleó en la Guerra de Secesión como oficial de caballería de la Unión junto al gran Buford (campañas del Shenandoah, Fredericksburg, Chancellorsville, Gettysburg, Macon) y, terminada la contienda, fue capitán del 7º de Caballería de Custer, junto a quien cayó abatido por los indios en la famosa Little Big Horn.

Se dice que sus condecoraciones papales fueron recuperadas, mucho después de la batalla, del cuello de Toro Sentado, quien las había tomado como trofeo de guerra.

También famoso fue su caballo "Comanche", considerado como el único superviviente de la batalla (en realidad no fue así); a su muerte por un cólico (de caballo) recibió honores militares, se le disecó y fue expuesto en la Universidad de Kansas donde puede todavía contemplarse en su Museo de Historia Natural.

En "La Legión Invencible" (1949), John Ford, en una de sus habituales escenas en las que el protagonista charla ante la tumba de su ser querido, presenta al viudo captán Brittles dando a su mujer la noticia de la muerte del bueno de Myles Keogh a manos de los sioux.

Con esto de las conversaciones ante las tumbas, Ford se atrevió hasta con el presidente Lincoln; otro día hablaremos de este personaje crucial, pero demasiado mimado por la Historia, a mi entender.

Sólo una cosa más: esta entrada está dedicada con toda la intención, el respeto, la admiración, y el cariño, a mi amiga la de la Práctica nº 12.