El otro día tomaba café con un amigo en Alaquás (este dato es absurdo y totalmente prescindible, pero no más que lo que sigue), que me contaba su último viaje a Nueva York.
Me decía: "Merece la pena acercarse hasta Washington para ver la estatua del hombre ése que está ahí sentao".
Es una definición bastante exacta, incluso objetiva.
Me decía: "Merece la pena acercarse hasta Washington para ver la estatua del hombre ése que está ahí sentao".
Es una definición bastante exacta, incluso objetiva.
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