La llegada de lo más crudo de la estación hacía que los ejércitos se retirasen a sus cuarteles de invierno, por lo que solían pasar en éstos la Navidad. Por ejemplo, en Camp Pierpont, Virginia, la Navidad de 1861 (la primera de la guerra) transcurría para una brigada de Pennsylvania en la forma que sabemos por las cartas que enviaban a sus familias.
Los chicos recibieron cajas de casa para aliviar un poco la dura realidad de la vida en el campamento. En muchas de esas cajas había botellas de whisky, pero el jefe de la policía militar, por orden del general, abrió las cajas a su llegada y confiscó toda la bebida “para evitar incidentes”. Los soldados, en justa correspondencia por esa intromisión injustificable en sus derechos, ‘confiscaron’ una gran cantidad de pollos y gallinas que el general había recibido.
También se produjo un episodio de “fuego amigo”. Un soldado se disfrazó de Santa Claus con restos de ropa rebelde, y se subió a un árbol para hacer la gracia. Uno de los centinelas del puesto, ignorante de la situación, llegó a la conclusión de que aquel tipo era “uno de los hombres de J. Davis & Co.” (es decir, un rebelde confederado) y lo bajó del árbol con una bala entre los pulmones. Como para darles más whisky.
Ps.: Uno no es muy intensito, pero no puedo dejar de imaginar a quien quiera que estuviera en Pennsylvania recibiendo una carta de un ser querido a quien quizás, o sin quizás, jamás volvería a ver, y tocar el papel que han toc… Como decía: como pa darles más whisky a esos cabronazos cierrabares.
Los chicos recibieron cajas de casa para aliviar un poco la dura realidad de la vida en el campamento. En muchas de esas cajas había botellas de whisky, pero el jefe de la policía militar, por orden del general, abrió las cajas a su llegada y confiscó toda la bebida “para evitar incidentes”. Los soldados, en justa correspondencia por esa intromisión injustificable en sus derechos, ‘confiscaron’ una gran cantidad de pollos y gallinas que el general había recibido.
También se produjo un episodio de “fuego amigo”. Un soldado se disfrazó de Santa Claus con restos de ropa rebelde, y se subió a un árbol para hacer la gracia. Uno de los centinelas del puesto, ignorante de la situación, llegó a la conclusión de que aquel tipo era “uno de los hombres de J. Davis & Co.” (es decir, un rebelde confederado) y lo bajó del árbol con una bala entre los pulmones. Como para darles más whisky.
Ilustración de Winslow Homer para el Harper's Weekly |
Ps.: Uno no es muy intensito, pero no puedo dejar de imaginar a quien quiera que estuviera en Pennsylvania recibiendo una carta de un ser querido a quien quizás, o sin quizás, jamás volvería a ver, y tocar el papel que han toc… Como decía: como pa darles más whisky a esos cabronazos cierrabares.
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