Maryland era un Estado “fronterizo”; que no sé lo listos que eran sus habitantes, sino que estaba dividido entre partidarios del Norte y del Sur; de hecho, era un Estado que permitía la esclavitud. Pero, una vez que Virginia se separa de la Unión, Lincoln no puede permitir que Maryland haga lo mismo, porque entonces la capital, Washington DC, queda encajonada entre dos Estados enemigos, por lo que hace invadir Maryland por tropas de la Unión para así 'asegurarse' su lealtad.
Aún así, Maryland permitió la esclavitud casi hasta el último año de Guerra; la famosa proclamación de Lincoln de emancipación hecha tras la batalla de Antietam, septiembre 1862 (que se cuenta en la película de Spielberg), no afectó a Maryland ni a sus esclavos. No me voy a enrollar ahora sobre mi opinión de Lincoln, a quien sus defensores admiran por su pragmatismo pueblerino y frases ingeniosas, mientras que otros lo tenemos como un dictador encubierto e hipócrita.
De Maryland era John Wilkes Booth, el asesino de Lincoln; Booth procedía del condado de Hartford, con profundas raíces esclavistas, y se sintió bastante decepcionado y cabreado cuando en 1864 se abolió la esclavitud en su Estado gracias a una mayoría de muy escaso margen. Tan decepcionado y cabreado que cometió ese cobarde magnicidio en abril de 1865.
Y en Maryland se libró, el 17 de septiembre de 1862, la citada batalla de Antietam, la más sangrienta de la historia de los Estados Unidos que se haya librado en un solo día, con casi 23.000 bajas. Aquí una pequeña recreación de parte de la batalla, tomada de la película “Glory” (Edward Zwick, 1989). Escena desaconsejable para los que no les apetezca ver unos sesos esparcidos por culpa de una bala, aunque sean efectos especiales (aviso).
Aún así, Maryland permitió la esclavitud casi hasta el último año de Guerra; la famosa proclamación de Lincoln de emancipación hecha tras la batalla de Antietam, septiembre 1862 (que se cuenta en la película de Spielberg), no afectó a Maryland ni a sus esclavos. No me voy a enrollar ahora sobre mi opinión de Lincoln, a quien sus defensores admiran por su pragmatismo pueblerino y frases ingeniosas, mientras que otros lo tenemos como un dictador encubierto e hipócrita.
De Maryland era John Wilkes Booth, el asesino de Lincoln; Booth procedía del condado de Hartford, con profundas raíces esclavistas, y se sintió bastante decepcionado y cabreado cuando en 1864 se abolió la esclavitud en su Estado gracias a una mayoría de muy escaso margen. Tan decepcionado y cabreado que cometió ese cobarde magnicidio en abril de 1865.
Y en Maryland se libró, el 17 de septiembre de 1862, la citada batalla de Antietam, la más sangrienta de la historia de los Estados Unidos que se haya librado en un solo día, con casi 23.000 bajas. Aquí una pequeña recreación de parte de la batalla, tomada de la película “Glory” (Edward Zwick, 1989). Escena desaconsejable para los que no les apetezca ver unos sesos esparcidos por culpa de una bala, aunque sean efectos especiales (aviso).
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